Jornada Ciudadanía Conectada

lunes, 23 de marzo de 2009

En Alemania hay 60.000 jóevenes adictos a los videojuegos on line

El videojuego se llama "Far cry 2" y es lo que se conoce como un "killer game". El 10 de marzo pasado, un taciturno muchacho de 17 años, llamado Tim Kretschmer, jugó entre las 19:30 y las 21:40h. Al día siguiente, se dirigió a su antigua escuela, en el pueblo de Winnenden, cerca de Stuttgart, enfundado en un traje de camuflaje oscuro, un chaleco antibalas y una pistola automática. Se parecía mucho al combatiente que aparece en varios videojuegos. Su conducta también.

En el ordenador de Tim Kretschmer se encontró también el videojuego "Counter strike". Y el rumor de que el muchacho era adicto a este videojuego ha ampliado el eco de las peticiones de un control más estricto más estricto de su venta y acceso entre los jóvenes.

Los videojuegos causan adicción y afectan sobre todo a los adolescentes varones, y se parece a la que causa el juego de azar, de acuerdo con las conclusiones del informe "Adicción a juegos de computadora en niños y adolescentes", elaborado por el Instituto de Investigaciones Criminológicas de Baja Sajonia.

El informe se basa en entrevistas a 44.610 adolescentes alemanes de 15 años, realizadas entre abril de 2007 y octubre de 2008. Su presentación, el 16 de marzo, días después de la masacre de Winnenden, obedece a la casualidad.

Adicción

Después de la masacre de Winnenden, Hans-Dieter Schwind, presidente de la Fundación para la Prevención de Delitos de Alemania, propuso prohibir todos los videojuegos

Sin embargo, los expertos discuten la relación causal entre jugar a estos videojuegos y asumir conductas violentas. "Estos videojuegos no hacen que quien los juega salga a masacrar gente, pero representan sin duda un riesgo", dice a Proceso Christian Pfeiffer, presidente del Instituto de Investigaciones Criminológicas de Baja Sajonia.

"Tampoco el jugar conduce automáticamente a la dependencia, aunque los juegos de roles en línea aumentan la posibilidad de adicción", sostiene.

Pfeiffer estima que alrededor de 60.000 adolescentes alemanes de 15 años presentan adicción a los videojuegos. Y el informe del instituto a su cargo es demoledor: los adolescentes varones juegan en promedio 2 horas y media diarias, sea en la computadora, en consolas o con móviles.

El 78% de ellos tiene una computadora propia en su habitación. Las muchachas, por el contrario, sólo juegan alrededor de una hora diaria; el 61.2 % de ellas tiene una computadora en su cuarto.

Comparado con el informe del Instituto del año 2005, el tiempo que dedican los muchachos a jugar ha aumentado 40 minutos diarios durante el fin de semana.

Y puede hablarse de un grupo de riesgo. Más de 15% de los muchachos encuestados reconoció que dedica un promedio de cuatro horas y media diarias a jugar videojuegos. Los investigadores calculan que un 3% puede ser catalogado clínicamente de "adicto".

Síndrome de abstención


El más famoso de los videojuegos, llamado "World of Warcraft", es jugado por una comunidad mundial de más de 11,5 millones de miembros.

Actualmente, su venta en Alemania está limitada a mayores de 12 años. Pfeiffer propone que se eleve a los 18 años, ya que para los adictos a los videojuegos "éste es como la cocaína y el crack juntos", sostiene.

No es un juego eminentemente violento, pero los jóvenes pasan las noches en vela para jugarlo. El juego induce a una confrontación a lo largo de meses y su éxito está vinculado a la perseverancia y el tiempo que se le dedica. El jugador se encuentra en un estado de estimulación permanente en busca de una recompensa.

La búsqueda de un sentimiento de felicidad es el elemento clave del surgimiento de la adicción, según el estudio, con lo que uno de cada cinco jugadores de este juego se vuelve adicto.

Los jóvenes desarrollan un "síndrome de abstención" cuando intentan dejar de jugar. Varias páginas alemanas de internet, tales como onlinesucht (www.onlinesucht.de), dan un foro a los que padecen el síndrome. Al leerlas, uno podría creer que se trata de una comunidad de adictos a drogas duras o al alcohol, buscando escapar a un trágico destino.



Controversia

"No existe un reconocimiento formal de la adicción a los videojuegos y por eso es difícil tratarla adecuadamente", señala Christian Pfeiffer.

Así como el informe del instituto a su cargo habla claramente de adicción a los videojuegos, hay otros investigadores que niegan la causa puramente psicológica de este tipo de adicción.

Keith Bakker, fundador del centro contra la adicción Smith & Jones Centre en Ámsterdam, declaró a la cadena británica BBC que luego de tres años de estudiar la adicción a los videojuegos entre los adolescentes, debía repensar completamente su trabajo.

"Los niños presentan síntomas parecidos a otras adicciones, pero cuanto más trabajamos con ellos, menos creemos que podamos llamarlo una adicción", dice el investigador.

Para Bakker el problema es social, no psicológico: muchos niños necesitan simplemente la atención de sus padres o de sus docentes.

"La adicción a los juegos es el resultado de la sociedad en la que vivimos: el 80% de los muchachos sienten que no son tomados en serio en la escuela o se sienten solos", señala.

Abunda: "Muchos problemas podrían resolverse simplemente si pudiéramos comunicarnos

Fuente: proceso.com.mx

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